Aunque en entradas anteriores se haya indicado que la investigación sobre hechos criminales de la Mafia China, claramente existen intervenciones exitosas que dejan en evidencia la vinculación de la organización criminal asiática en diversos países del globo.
En Argentina, la
organización llamada Pixiu llegó a controlar más de 300 supermercados en todo
ese país lo que le dejaba réditos de aproximadamente 1.5 millones de dólares
mensuales.
Esta
organización fue desarticulada luego de efectuarse 22 allanamientos con más de
20 detenidos, entre ellos Yong Ye, de 36 años, quien era apodado “A Di” y que
se conocía era el mayor jefe de la Triada China.
En dichos allanamientos
se ubicó dinero, vehículos de lujo, varios teléfonos celulares de interés para
la investigación así como mujeres que eran víctimas de trata de personas, dos
de las cuales eran ciudadanas de dicho país y una de nacionalidad paraguaya,
además de armas de fuego, siendo que algunas tenían denuncia por robo.
Aunque la
organización China mantenga un perfil bajo en sus operaciones, las cuales
normalmente son pasadas por alto debido al silencio de los afectados, lo cierto
es que su capacidad operacional es bastante elevada y también lo es la defensa
de sus actividades, situación que quedó en evidencia cuando en este operativo
oficiales de la policía fueron repelidos con disparos por parte de siete ciudadanos
chinos, los cuales afectaron directamente a dos de los agentes, pero que al
final fueron detenidos. En dicho sitio se ubicaron aparte de seis de los siete
ciudadanos indocumentados, cinco armas de fuego, entre ellas pistolas, rifles y
revólveres.
Según Fahsbender (2016), el supuesto jefe de la organización
Pixiu había recibido el mando de parte de su padre, quien a su vez lo había
recibido del tío del detenido, dejando en claro una cesión de poderes únicamente
entre familiares, situación característica en este tipo de estructura, la cual
se dedicaba a la extorsión con abuso de armas y lesiones graves, de los cuales
se logró evidenciar según seis hechos que habían ocurrido en supermercados
chinos de la Capital Federal de Argentina.
Para la organización criminal, el hecho que las
víctimas solicitaran ayuda a la policía significaba poco, pues dentro de sus
amenazas indicaban que aunque les avisaran, sabían que si no les daban el dinero
entonces iban a morir, no obstante, en la investigación se denotó que estas
personas no realizaban los actos de lesiones o sicariato, pues contrataban a argentinos
o peruanos para realizar estas actividades.
En Barcelona (España) también se dejó expuesta la
participación de la mafia china en temas relacionados con la trata de personas
con fines de explotación sexual y laboral.
Según el Diario La Vanguardia (2011), en ese sitio se
había dado una investigación criminal que había llegado a la conclusión que la
Mafia China había logrado penetrar poco a poco la sociedad catalana.
Una vez intervenida la agrupación el problema que tuvieron
los agentes de policía correspondió a que las víctimas (principalmente de
nacionalidad china) no se atrevían a denunciar a sus opresores, lo que vuelca
la investigación a utilizar otros métodos de prueba - como la intervención
telefónica - para poder sustentar las actividades ilegales de la organización.
Según la investigación, algunas femeninas – que incluían
personas menores de edad -, eran trasladadas a Catalunya con promesas de
trabajo, donde quedaron atrapadas en la red sin tener documentación, además de
necesidad de pagar su deuda, donde mediante amenazas eran obligadas realizar
actividades sexuales sin preservativo y posteriormente tenían que tomar medicamentos
abortivos en caso de que quedaran en estado de gestación.
Con respecto a la trata de personas con fines laborales,
los agentes de policía intervinieron un taller de textiles, donde se detuvieron
a 77 personas (76 de nacionalidad china) que tenían bajo explotación laboral a
451 trabajadores chinos, quienes al llegar la policía pensaban que los iban a
detener a ellos, por lo que huían de las autoridades, lo que forma parte del
actuar propio de la explotación laboral.
Si bien es cierto, este tipo de organización se
mantiene oculta ante las autoridades, diferentes gobiernos han alertado y constatado
la presencia de esta mafia en sus países, por lo que han hecho esfuerzos para
desarticular las principales organizaciones, sin embargo, esto podría
simplemente dejar el evidencia la punta del iceberg, pues muchas de los
afectados continúan sin alzar la voz para su intervención policial, situación
que podría ser por temor a sus amenazas – influenciado por su misma cultura
nacional – o por la imposibilidad de conocer que están siendo explotados, tal
como se mostró en la intervención policial de la empresa textil en Barcelona.
De acuerdo con las intervenciones policiales antes
indicadas, también se observó que - tal como se muestra en los textos antes mostrados
– la cúpula de la organización criminal es heredada entre familiares, quienes
mantienen el control de las actividades ilícitas, representando una continuidad
en el control de las operaciones y por tanto, evitando fugas de información y manteniendo
una opresión constante de las víctimas.
Referencias
Diario La Vanguardia. (04 de
diciembre de 2011). Obtenido de Las mafias chinas en Catalunya se
especializan en la explotación sexual y laboral:
https://www.lavanguardia.com/sucesos/20111204/54239695653/mafias-chinas-especializan-explotacion-sexual.html
Fahsbender, F. (22 de
octubre de 2016). Infobae. Obtenido de Mafia china: las nuevas
acusaciones y las escuchas que complican a la banda más violenta del país:
https://www.infobae.com/sociedad/2016/10/22/mafia-china-las-nuevas-acusaciones-y-las-escuchas-que-complican-a-la-banda-mas-violenta-del-pais/
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